domingo, 14 de agosto de 2011

¡DATOS, DATOS, DATOS!

"Conocer es no excederse" pero sí espantarse!
Algunos datos:
MÉXICO recauda en impuestos casi el 10% del PIB
Los países de la OCDE recaudan en promedio 19% del PIB
Los países de América Latina (para no sentirnos tan mal) recaudan en promedio 15%
Dicen en la en OCDE que la economía informal en México es casi el 60% de la economía total
De enero a junio de 2011 1.56 millones de contribuyentes adeudaron al SAT 683 mil millones por créditos fiscales.
El dato anterior es 23% más alto que el del año pasado
1.57 millones de contribuyentes le deben algo al SAT (hace un año eran 1.53)
409 mil millones son créditos CONTROVERTIDOS (o sea que no los van a cobrar)
Dicen que con baja probabilidad de cobro solo hay 111 mil millones, ¡menos mal!
De enero a junio el SAT recuperó 10,000 millones de créditos fiscales
Más del 60% de los créditos fiscales existentes se encuentran sujetos a una controversia
De enero a junio se garantizaron créditos fiscales por 25 mil millones
Termino.
A Estados Unidos una calificadora (de Estados Unidos) le bajó la calificación de AAA a AA, algo así como de ser niños mataditos de 10 ahora son más mundanos, niños de 9, pero otro dato...
la calificadora que descalificó es la misma que en el año 2008 calificó como AAA los créditos hipotecarios y a los bancos que QUEBRARON INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE SER CALIFICADOS,

¿qué hacemos? ¿les creemos? ¿que los califiquen otra vez?

EL DICTAMEN FISCAL Y LA PROFESIÓN CONTABLE

Los contadores públicos en el ejercicio independiente cuando enfocamos ese ejercicio a la auditoría de estados financieros y ésta además con enfoque fiscal, es decir con alcances respecto de asuntos tributarios de las empresas que deben además presentar ante las autoridades fiscales el famoso DICTAMEN FISCAL, nos convertimos a causa de nuestro propio ejercicio, en fiscalizadores colaboradores del SAT.
No cabe duda de que gracias al trabajo de estos contadores las autoridades fiscales logran niveles de recaudación mayores a los que tendrían de no existir nuestra labor. El problema en realidad (y ese es el enfoque de este comentario) no es si ayudamos a no al SAT, tampoco es si no recibimos a cambio ningún tipo de emolumento a ese respecto, el problema desde mi punto de vista es que nos contagiamos de uno de los grandes males no solo del SAT sino de la burocracia en general, la INEFICIENCIA.
Nos hacemos increíblemente ineficientes cada vez que por razón de nuestro trabajo colaboramos directa ó indirectamente con autoridades fiscales. Me explico: el dictamen fiscal en términos de los que señala la Ley tiene una fecha límite de presentación que es Junio 3o. Este dictamen se presenta junto con una serie de información dentro de un sistema que se llama SIPRED (Sistema de Presentación del Dictamen Fiscal) y este sistema está diseñado por el SAT. Para poder usarlo, los auditores debemos "descargarlo" en cuanto esté listo para ello, trabajar sobre él y enviar el dictamen a través de internet; todo esto no está mal, de hecho es ideal en un país que pretenda tener un sistema de recaudación con tecnología de punta. Lo que está mal es que año con año no logremos tener el trabajo listo a tiempo y acudamos a cuanta instancia tengamos a la mano para solicitar una y otra vez, casi para suplicar que se amplíe el plazo de entrega. Este año se amplió hasta Septiembre 15 (¡75 días más!).
¿Porqué? ¿porqué no logramos tener el trabajo a tiempo? ¿cuál es la excusa?
a) ¿Será que no tenemos los auditores la suficiente tecnología para poder usar el sistema del SAT? No creo que sea esto pues el sistema funciona con prácticamente todo sistema operativo y con versiones de Windows de varios años atrás.
b) ¿Será que el internet en México se encuentra tan atrasado que no podemos "descargar" el sistema a tiempo y hacer los envíos de la misma forma? Tampoco. El internet en México no es el mejor en ancho de banda pero para los efectos de este tema cualquier ancho de banda desde 1 mega es suficiente.
c) ¿Será entonces que el sistema es tan complejo que le toma a la profesión meses y meses entenderlo? No porque es solo el llenado de hojas de excel con información que si bien en muchas ocasiones no está a la mano, la gran mayoría es parte de cualquier revisión básica de impuestos de un contribuyente en una auditoría
d) ¿El problema entonces es que el sistema se libera por parte del SAT con tal atraso que resulta imposible terminar de llenar todos los dictámenes? Este año se liberó cerca del 19 de Mayo y el año pasado se liberó cerca del 15 de Mayo y el año anterior no hubo semejante prórroga.
e) ¿Este año es especialmente complicado? Sí. Este año existe un proceso que podemos llamar "preparación de la plantilla" que ciertamente tomó demasiado tiempo (algo así como 40 minutos por dictamen) pero si ya lo sabíamos porque no se prepararon todas las plantillas con oportunidad, es decir que si nos damos cuenta que tarda mucho la primera, y la segunda y la tercera, pues a preparar todas con anticipación, ¿no es lo más lógico?
Todas las preguntas anteriores en realidad se convierten año con año en justificaciones que esgrime la profesión al grado de casi darles el valor de norma moral. "La autoridad fiscal abusa de nosotros y nosotros lo permitimos", " debemos inconformarnos", "enérgicamente debemos hacerle llegar al SAT nuestro sentir pues no posible que se abuse así de la profesión"; año con año escucho las mismas críticas, las mismas quejas, las mismas justificaciones, las mismas molestias, vaya hasta en redes sociales hay auditores compartiendo su enojo y frustración con este tema, año con año, año con año, año con año, pero nunca he oído decir a nadie: soy ineficiente, contraté más trabajo del que puedo hacer, no tengo suficiente personal para hacer todo y debí contratar más, debí invertir en capacitación a mi personal, de esas no se oye nada, ¿porqué? porque somos INEFICIENTES.
Si el SAT ampliara el plazo hasta el 31 de Diciembre pediríamos más plazo argumentando que somos usados por el SAT, que apenas y nos dan tiempo, que es un abuso que apenas tengamos 12 meses para presentar el dictamen fiscal.
Hoy tenemos 9 meses y medio para presentar los dictámenes fiscales del año 2010, ¡debería darnos vergüenza! y aceptamos el plazo como una obligación del SAT para otorgarlo y ¿nuestra obligación? ¿y la ética en tener el trabajo a tiempo con calidad? ¿porqué hay contadores y Firmas que sí logran el objetivo? ¿en que son mejores? ¿en conocimientos? desde luego que NO, la diferencia es PLANEACIÓN e INVERSIÓN, la diferencia es querer ser eficientes, siempre lograrlo pero si trabajar para ello.
El ejercicio de la auditoría es uno que requiere planeación, creatividad, empeño, inversión de tiempo y dinero pero lo estamos limitando a "denme más tiempo" y yo pregunto ¿para qué? lo que no lograste hacer en 8 meses lo vas a lograr en 9? ¿ no deberíamos desde Agosto estar en planeaciones, visitas preliminares, evaluaciones, capacitación, etc.?
Lo siento, difiero al 100% de la profesión, yo no quiero más plazo por más presuntuoso que esto parezca y aún con la posibilidad de ser señalado con inconsciente e irremediablemente petulante estoy convencido de que NO necesitamos más plazo, necesitamos MENOS PLAZO para que no nos arrastre el SAT a su ineficiencia. Necesitamos MENOS PLAZO para tener MÁS PLAZO en planeaciones y en estrategia del siguiente año, necesitamos MENOS PLAZO porque nuestro trabajo en el marco del Código de Ética no los exige.
Lo siento pero necesitamos MENOS PLAZO.

martes, 2 de agosto de 2011

Protección de datos personales, una obligación más

Con el avance de los problemas e irregularidades en el manejo ilegal de identidades personales y el cúmulo de ilícitos que avanzan en cuanto se refiere al uso indebido de bases de datos e información sensible de los particulares, inevitablemente debe avanzar la regulación y legislación que establezca controles y medidas a los procesos de manejo de información de todas las personas en México.
Ya sea con usos comerciales indebidos o de plano con intenciones delictivas ligadas en muchos casos al crimen organizado, lo cierto es que los ciudadanos en México hemos venido padeciendo de un absoluto libertinaje en materia de tráfico y acceso a datos personales por parte de usuarios no autorizados expresamente para mantener información que compete a nuestra más íntima esfera de personalidad.
Por ello surgió desde julio de 2010 la publicación de la Ley Federal de Protección de Datos Personales (LFPDP), y con ella, el nacimiento de diversas obligaciones que son aplicables a las empresas en general y a quienes manejamos o procesamos por nuestra actividad lícita cotidiana, bases de datos que incluyen información personal.
Respecto de estas obligaciones, el primer silbatazo ya sonó, de acuerdo con la Ley, el pasado 6 de julio ya todas las empresas que manejan bases de datos personales (como las de nóminas y recursos humanos que todos manejamos) debieron emitir sus avisos de privacidad conforme la propia ley establece, solicitando a los particulares involucrados (léase sus trabajadores principalmente, o en algunos casos, clientes, miembros, usuarios o proveedores) permiso para tener y usar datos para un cierto fin práctico.
Estos avisos deben estructurarse con base en información definida por la propia LFPDP y entregarse cuanto antes a los dueños de la información que son por supuesto, los propios particulares involucrados. Para desarrollar un aviso, les recomiendo consultar por ejemplo, la página especializada en ello; www.protecciondedatospersonales.org.
También en las empresas se debió ya designar al encargado o departamento de datos personales. La Ley marca que, a partir del 6 de enero de 2012, los titulares o dueños de la información podrán ejercer una serie de derechos conferidos por la Ley frente a las empresas,relativos a rectificar datos, pedir su cancelación u oponerse al resguardo de los mismos (derechos a los que se les conoce como derechos ARCO) y debe existir esa persona o área encargada de recibir y gestionar solicitudes relacionadas, así como de fomentar la protección de la información.
Si no estás listo con los avisos de privacidad y el responsable de datos personales, debes acelerar el paso en esas tareas y reforzar la estrategia en la empresa para asegurarte de la protección a la información de particulares que manejas.
Las sanciones por omitir el aviso de privacidad van de 100 a 160,000 días de salario mínimo vigente en el Distrito Federal y en caso de un incidente de seguridad las multas pueden llegar hasta 320,000 salarios mínimos y de tres meses a tres años de prisión.
Aún cuando la autoridad regulatoria, que es el IFAI, no tiene previsto por el momento hacer auditorías o revisiones a las empresas y entes que manejan las bases de datos, la población puede ser el mejor "auditor", pues con las quejas ciudadanas el Instituto puede conocer con facilidad de incumplimientos sancionables.
Por ello, manos a la obra con el cumplimiento de reglas de la LFPDP.