viernes, 17 de septiembre de 2010

El Dictamen Fiscal y sus consecuencias

Cada año un grupo "selecto" de contribuyentes y otros "no tan selectos" hacen dictaminar sus estados financieros por un contador público -ó como nos dicen en el SAT: "CPR", como si debiéramos ser identificados únicamente por siglas -. Los primeros como obligación y los segundos voluntariamente.

El dictamen otorga seguridad a estos contribuyentes respecto de sus impuestos, no del pago de los mismos sino de su cálculo, y aclaro esto porque en el dictamen pueden quedar y muchas veces así sucede, cantidades pendientes de pago que se manifiestan como tales. Cuando esto sucede, el contribuyente es ó debería ser avisado por parte de su auditor y además debe ó debería tener claro que tiene cantidades a pagar; una vez presentado el dictamen en la fecha que se requiera - esta fecha cambia más que la Semana Santa que se basa en un calendario lunar - el contribuyente tiene un cierto plazo (10 dias) para pagar lo que deba sin mayor perjuicio ó eso creíamos.

Existe en la Ley lo que los contadores llamamos "revisión secuencial" que no es otra cosa que seguir una secuencia ordenada en las revisiones a los contribuyentes dictaminados, es decir, primero la autoridad fiscal le revisa al contador (CPR) y luego y solo si hay dudas, al contribuyente.

Se ha publicado una Tésis en la que se aclara que este procedimiento no es aplicable cuando existen cantidades a pagar en el dictamen y por lo tanto con este sustento la autoridad fiscal puede revisar directamente a las empresas sin preguntarle antes al contador que dictaminó los estados financieros. ¿Cómo entender este criterio? Quiero pensar que es una forma de recaudar más y no estoy en contra de eso lo que pasa es que si ese es el criterio es el camino más fácil.

El dictamen ahora servirá para "certificar" que el contribuyente debe y dará elementos a las autoridades fiscales para fiscalizar rápido pues existirá certeza del aduedo pues es el mismo contribuyente el que lo declara así que ni para negar que debemos; pero ciertamente debería haber mecanismos para fiscalizar más a los que NO declaran nada y no solo para aquellos que cumplen con todo. Sumemos a esto lo que comentamos en fechas pasadas respecto del Decreto publicado para simplificar el tema de los impuestos en las empresas en el que se estableció que el dictamen ya no será obligatorio, ¿qué debemos entender?

Por un lado ya no será obligación y por el otro al que lo haga y tenga adeudos no lo defienda nadie, ¿cuál es el mensaje?

Yo sigo creyendo que el dictamen tiene muchos más beneficios que solo el tema fiscal y creo que los auditores debemos valorarlo pero no cabe duda que hay cada vez menos imaginación para eficientar, mejorar y ampliar la recaudación en nuestro pais.

Por mi parte insisto, debemos seguir defendiéndo el dictamen en todas sus fascetas.

Pablo Maldonado
Los comprobantes fiscales digitales

Mucho se habló desde la Reforma Fiscal para 2010 (?) del cambio previsto para 2011 respecto de los CFD; se estableció que a partir del 1° de Enero de 2011 sería obligatorio para TODOS los contribuyentes cambiar a este esquema moderno y necesario.

Como todo, no se pensó a fondo y ahora que se ha analizado con más a fondo se dan cuenta los responsables que sencillamente NO es posible aplicar una medida de esta naturaleza en forma general sin consideraciones especiales.

La modificación a la resolución miscelánea y su anexo I aclaran este tema y terminan hasta ahora las dudas respecto del mismo pues se establece ya con claridad el segmento de aquellos contribuyentes que NO estarán obligados a hacer esta transición - a mi modo de ver necesaria - dada su situación de poca actividad comercial ó de poca contribución. Bravo por esto.

De la misma forma, la resolución trata, no con el mismo detalle, el tema de las "empresas" que han nacido para prestar este servicio. Son muchas y no todas serias; sencillamente encontraron un nicho lejano y lo quieren explotar con grandes ganancias y el esquema es simple: hacer participar a los contadores ó a los impresores autorizados en una especie de "cadena" de negocios en la que "todos ganan", claro encareciendo el servicio.

Las autoridades fiscales deberán prestar mucha atención a este tema pues tiene aristas abiertas que pueden acabar es abusos ya sea de quienes prestan este servicio ó de quienes lo hacen por su cuenta.

La entrada en vigor está a la vuelta de la esquina y no hay retorno. Todos deberemos entrar tarde ó temprano en esta modernidad necesaria y creo, benéfica para México.

Pablo Maldonado

jueves, 9 de septiembre de 2010

Una reforma sin reforma para 2011

El día de ayer el ejecutivo federal presentó al Congreso el paquete económico 2011.
El desarrollo de las expectativas de las finanzas públicas para el próximo año no incluye escenarios con modificaciones en los regímenes tributarios que actualmente se aplican en materia de las principales contribuciones federales;sin embargo, llama la atención que el gobierno federal prevea la mayor cifra de recaudación para un ejercicio fiscal en la historia de México.
Como se viene perfilando el escenario político en nuestro país, la discusión tributaria se centrará en la regresión de la tasa de IVA del 16 al 15% que operó hasta antes de 2010.
Es decir, mientras nuestros diputados y senadores y sus partidos, se venden y cobran facturas de orden electorero, los ciudadanos de a pie y contribuyentes común y corrientes debemos modificar nuestros sistemas administrativos, cambiar tecnologías de la información, adecuar controles y ajustar nuestras contabilidades a lo que anualmente resuelvan autoridades que por supuesto no cuentan con los costos en tiempo y dinero que este ambiente de incertidumbre genera en las empresas y negocios.
Si bien es cierto que las finanzas públicas en este año que termina, muestran un subejercicio presupuestal de más de 30 mil millones de pesos y la reducción de ingresos petroleros en este año no fue lo radicalmente menor que se esperaba, nuestros legisladores no pueden dejar de ver que el sistema fiscal mexicano es un enfermo en terapia intensiva que requiere de acciones de mucho mayor espectro para rehabilitarse.
La desaparición del IETU, la aplicación de tasas generalizadas en el IVA y la reconformación del ISR con bases mínimas de flujo de efectivo son por ejemplo tres elementos ya fundamentales en el proceso de una transformación de fondo que requiere la recaudación mexicana. Lo increíble es que todos lo saben y nadie lo quiere asumir.
Ni modo: otro año de reforma........sin reforma.