martes, 27 de julio de 2010

24 mil actos sospechosos

La Secretaría de Hacienda acaba de informar que su unidad de inteligencia financiera (UIF) recibió 24,449 reportes de operaciones inusuales en el primer semestre de 2010, mismas que presume, se deben a operaciones ilícitas.
Los criterios de determinación de patrones que permiten calificar a una operación como "inusual" no fueron señalados en el reporte, sin embargo, se sabe que se trata de operaciones que rebasan parámetros básicos, no encuentran continuidad en el tiempo y no corresponden a sujetos identificados fiscalmente o con actividades inscritas al RFC.
La detección de las operaciones y su uso en materia de investigación de delitos puede ser ya materia de preocupación, pero podría serlo más, el hecho de saber que en el año 2009 también se habían reportado a la dependencia otro tanto de operaciones con esas características.
¿Qué pasó con esa información?, ¿Cómo fue procesada?, ¿Qué acciones se tomaron al respecto?, ¿Qué coordinación mantiene la UIF con las dependencias del SAT para verificar estados de verdadera flagrancia en la evasión fiscal y ligarla con lavado de dinero o recursos de procedencia ilícita?, por los resultados que en materia de inteligencia financiera conocemos a la luz pública, pareciera que muchas de estas preguntas tienen respuestas muy magras en resultados positivos.
De cualquier manera, la reflexión sobre el manejo de recursos irregulares o de operaciones inusuales que puedieran ser de origen lícito pero que se encuentran mal informadas a las autoridades hacendarias cabe perfectamente al conocer este tipo de informes.
¿Qúe estamos haciendo con los recursos que enran al sistema financiero procedentes de operaciones en negocios perfectamente lícitos y fiscalizados?, ¿Cumplimos las normas de declaración opertuna y formalización de registros no solo en las empresas generadoras de riqueza sino también respecto del patrimonio de nuestras propias personas?
Cabe hacer un examen de conciencia.......

viernes, 9 de julio de 2010

Decreto de Facilidades Administrativas ¿contra los auditores?

El pasado 30 de junio se publicó el "Decreto por el que se otorgan Facilidades Administrativas". Este documento incluye en su artículo 3° la posibilidad de que las empresas que con base en los parámetros que se señalan en el Código Fiscal de la Federación, se encuentran obligadas a Dictaminar sus estados financieros por Contador Público Certificado, no lo hagan de manera que, a decir del decreto, se puedan ahorrar los gastos relacionados con el dictamen.

Esta disposición ha causado molestia y preocupación en no pocos contadores públicos que se dedican a la auditoría pues la han visto como una afrenta a su ejercicio profesional y por ende a su medio de vida.

Me parece que en el análisis, muchos colegas han perdido de vista que el mismo decreto señala que si se opta por esta opción de no dictaminar los estados financieros, se deberán acatar las reglas que para ese efecto se publiquen, es decir que aún no sabemos (apenas una semana después) cuáles serán los requisitos formales que deberán cumplir los contribuyentes para "ahorrarse" los costos del dictamen; me explico:

Esta opción estará sujeta a una serie de requisitos (Reglas) que se deberán cumplir y que se referirán creo, a que los contribuyentes informen una serie de datos en su declaración anual (ó en una nueva declaración que puede ser informativa) que hasta el ejercicio 2009 se informa en el SIPRED, es decir que ahora la declaración posiblemente será mucho más extensa. Por otro lado los contribuyentes (y sus auditores) deben considerar que habrá a partir de la entrada en vigor del decreto dos opciones respecto del dictamen, a saber: la auditoría la hace un contador público certificado ó la hace el SAT.

Si se opta por no hacer el dictamen además se deja abierta la puerta a las revisiones al impuesto anual por parte del SAT sin la revisión previa al auditor lo que en mi opinión puede ser sumamente perjudicial y deja en estado de indefensión a las empresas.

La auditoría que hacemos debe ser vista por nosotros y por nuestros clientes como lo que es, una revisión adicional a las que ya ha hecho la propia empresa respecto de los procedimientos contables, cálculos fiscales y presentación correcta de la información y sin ella lo que se pierde es un canal de revisión documentado en la Opinión Profesional de una persona externa, en mi opinión fundamental para las empresas.

No veo en el Decreto una afrenta al ejercicio de la auditoría, veo la obligación de las autoridades fiscales a dar opciones pero que las mismas no afectarán a nuestro ejercicio profesional.

¿Fraude en mi empresa?

Por diversas causas sociales, económicas, de pérdida de valores y de materialismo rampante en el mundo de hoy, las estadísticas de fraude en los negocios de todos tamaños nos van mostrando cada vez cifras más alarmantes. De acuerdo con la Quinta Encuesta Global sobre Delitos Económicos publicada por Pricewaterhouse Coopers junto con la escuela de Negocios INSEAD en noviembre de 2009, las organizaciones participantes en México reportaron haber sido victimas de fraude en 51% de los casos, mientras que en 2005 habían reportado este hecho sólo el 42% de las compañías.
Por otro lado, la "Encuesta de Fraude y Corrupción en México 2008", de KPMG, mostró que 8 de cada 10 empresas han sufrido un fraude en el último año.
Muchas empresas y negocios piensan que por su tamaño, su carácter familiar o la simplicidad de sus operaciones, se encuentran libres de éste riesgo pero la práctica cotidiana nos demuestra lo contrario. Los daños que por este concepto se causan a las empresas en todos los niveles de su operación son en algunos casos, irreparables.
para que los negocios midan y delimiten con muhca mayor claridad sus riesgos de fraude, es necesario que, sin importar el tamaño de las organizaciones, se planteen y establezcan una serie de medidas que busquen no solo combatir las prácticas fraudelentas y de delitos económicos, sino generar una cultura de ética en los negocios y de ambiente laboral de altura.
Algunas ideas que apoyan estas mécanicas de circulos virtuosos antifraude son:
a. El análisis completo del ambiente de control directivo (predicar con el ejemplo desde la gerencia y a nivel directivo).
b. la conformación de comités de auditoría interna con formación de personal interno o externo.
c. La firma de los equipos de trabajo de cósigos de ética bien fundamentados.
d. Elo desarrollo de programas antifraude en organizaciones con complejidades de procesos.
e. La aplicación de auditorías forenses preventivas.
f. la utilización de tecnologías de información en los sistemas administrativos y sus salvaguardas; y
g. la operación de sistemas de quejas y denuncias anónimas (líneas de denuncia) sobre programas apoyados en asesores externos o sobre bases de ínterrelación directa con la dirección.

El énfasis en los valores y ética y la necesidad de mejores procesos de selección de equipos de trabajo y talento humano son los pilares del cuidado en la medición de éstos riesgos.
Es conveniente aplicar metodologías profesionales en el desempeño de tareas antifraude en las empresas, hechas a la medida de cada negocio, ni quitemos el dedo de este renglón pues podríamos tener al enemigo en casa.