viernes, 2 de marzo de 2012

Responsabilidad Social

Hoy el verdadero enfoque en los planes estratégicos de las empresas se llama "sustentabilidad".
Este término que hoy pretende presentársenos como novedoso, acuñado en las aulas de Harvard a finales de los 80´s, ha sido incorporado con definiciones más o menos enfocadas en distintas legislaciones, normas oficiales y procesos de negocio, así como en sistemas de evaluación de gestión y desempeño de muy diversas fuentes y formas.
En esencia, lo que se pretende es dejar muy en claro que el éxito de los negocios que se convierten en verdaderas empresas no es solo el de maximizar la rentabilidad del capital, sino adicionar el sostenimiento de medidas que le permitan a un ente económico perdurar, a través de la armonización e interacción con los demás factores naturales, económicos y sociales que le rodean.
Básicamente, la "sustentabilidad" como indicador máximo de éxito, busca que la entidad económica se convierta en factor de cambio en el entorno ecológico, económico y social en el que se desenvuelve y de ahí, cumpla con la vocación personal (física o jurídicamente) de contribuir al desarrollo de una comunidad.
Por supuesto, no hay responsabilidad social si no hay rentabilidad del capital, pues una empresa que no tiene utilidades o genera beneficios no puede cumplir con ninguna responsabilidad en tanto que está condenada a no subsistir en el tiempo; pero sólo será sustentable en tanto entienda que si bien debe estar preparada para la competencia y la calidad, su desarrollo no puede ser a costa de atropellar otros intereses afines como el de los trabajadores o la fuerza laboral, la contribución a un estado fuerte y eficaz, su entorno ecológico, ética en los negocios, etc.
Es en este contexto en que se inscriben los esfuerzos de medición oficial para establecer si una entidad económica es "socialmente responsable" como principal medida de sustentabilidad.
Sabemos que en nuestro país ha sido a través del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) que se han dado los primeros pasos hacia la valoración de mediciones que permitan evaluar factores de responsabilidad social. Este esfuerzo inició prácticamente con nuestro actual siglo, y permite por ahora entregar a quién cumple con la parametrización base, un distintivo RSE.
Sin embargo existe camino adicional para profesionalizar con mayor detalle y medir con indicadores de mayor alcance la incorporación a prácticas de responsabilidad social que abracen el actuar de todas las entidades mexicanas.
En este camino, México a avanzado también al establecer la norma mexicana de responsabilidad social MX-SAST-004-IMNC-2004, que marca las directrices para la implementación de un sistema de gestión más amplio hacia esta responsabilidad social integral, pero esta norma no ha sido difundida lo suficiente para poder ser seguida en lo general.
Para cerrar el círculo y estimular nuestro interés hacia estos temas, es importante conocer que la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) presentó a finales del año pasado su serie ISO 26000 para enfocar la medición de la responsabilidad social. El desarrollo de esta norma poco a poco permitirá avanzar hacia la adopción de estándares que midan la eficiencia de prácticas de responsabilidad social adoptando medidas y definiciones universales sobre este concepto.
El camino ya está en marcha y más allá de preocuparnos por obtener un distintivo o una "medallita", debemos revisar en nuestros planes empresariales estratégicos, si nos acercamos en nuestra operación a darle verdadera "sustentabilidad" a nuestros negocios, o si simplemente buscamos una utilidad mayor. OJO! no se trata de un tema de filantropía o buena voluntad, en realidad está en juego el futuro de las organizaciones.....

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