martes, 6 de noviembre de 2012

NUEVA LEY DE CONTABILIDAD GUBERNAMENTAL

El día de hoy, Noviembre 6 del año 2012 el Senado de la República aprobó la NUEVA LEY DE CONTABILIDAD GUBERNAMENTAL. La aprobación en la Cámara Alta del día de hoy es el resultado de un largo y difícil camino de negociación entre partidos políticos y el ejecutivo federal. El tema no es menor. Me explico.

La nueva Ley fue propuesta por el Presidente Calderón como un paso crucial en el proceso de madurez democrática y proceso de rendición de cuentas en el país. Este proceso es técnicamente simple pues supone que la contabilidad (los registros contables y los estados financieros) de los órganos de gobierno se alineen con las prácticas contables internacionales y de registro y reporte.

Hasta antes de su aprobación (hoy) el registro contable de los órganos de gobierno se hace, por decirlo en términos simples, sobre la base de flujo de efectivo ó sobre la base de presupuesto ejercido sin considerar que éstos órganos tengan patrimonio, es decir que todo aquello que se adquirió y que permanece como objeto tangible propiedad del gobierno (cualquiera que éste sea) no es patrimonio sino presupuesto ejercido (gasto). Más allá de su existencia física y de que exista en una relación de bienes inventariados, el registro no es "tradicional"sino "especial" pues no es patrimonio. Este es solo un ejemplo. Otro es que no existen registros contables tradicionales de cuentas por cobrar de manera que no hay reportes contables de impuestos, aportaciones ó contribuciones por cobrar y solo se registra lo que se cobra; no hay patrimonio.

Con la nueva Ley se da un paso gigantesco para el control contable de todos los órganos de gobierno y ahora la contabilidad será tradicional con reconocimiento de patrimonio, de cartera, de pasivos y de presupuesto recibido, ejercido y por ejercer y todo conciliado con saldos y registros contables sobre la base de procesos y métodos de reporte contable tradicional, incluido desde luego la revelación de asuntos aclaratorios en notas a los estados financieros.

El verdadero problema al que se enfrenta este proceso es la capacidad de los órganos de gobierno de llevar a cabo sus prácticas contables, de registro, control y reporte sobre la base de lo que señala esta nueva Ley. Los contrastes en México son marcados, no todos los municipios, por ejemplo, tendrán la capacidad tecnológica necesaria para operar de la forma que obliga la Ley. No todos los municipios, para seguir con el ejemplo, tendrán el equipo profesional necesario para llevar a cabo las tareas contables y presupuestarias necesarias dentro del marco de la Ley. No considero como un problema a los gobiernos de los estados pues a ese nivel ciertamente que México ha crecido, pero pienso por ejemplo en la enorme cantidad de municipios en Oaxaca, en lo distante de algunos de ellos y en las condiciones de marginación en las que se encuentran y me preocupa que en esas condiciones se les pida, legalmente, que apliquen la Ley. Ahí está el reto y también la gran oportunidad para este nuevo gobierno.

La llegada de la Ley es buena, su necesidad es evidente, son los pasos que debemos dar como país para  crecer. Enhorabuena. Ahora a capacitar a quienes la deben aplicar, a quienes la deben revisar y a quienes la van a criticar (que nunca faltan).


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