Los
Fideicomisos de inversión
en bienes raíces
(FIBRAS) han sido una atractiva alternativa de inversión para los inversionistas de bolsa al contar
con un historial de buenos rendimientos vía ganancias de capital aunque en la crisis
inmobiliaria que azotó
a Estados Unidos a partir de 2007 los precios en ese país cayeron entre 40 y 70 por ciento, - al
significar, además, un
reparto consistente de distribuciones (pagos en efectivo de dividendos).
Se
consideran una inversión
líquida, de
relativo bajo riesgo a largo plazo, que favorece mayores rendimientos en los
portafolios de inversión
(cabe destacar que su rendimiento no necesariamente guarda una correlación estrecha con el rendimiento
promedio del resto de las emisoras).
En México, no obstante que apenas
iniciaron operaciones hace dos años,
presentan un crecimiento sorprendente. En este periodo no sólo se han llistado en la Bolsa
Mexicana de Valores empresas inmobilarias de origen nacional, sino también extranjeras que buscan incursionar
en el mercado mexicano en distintos segmentos de esta actividad: hoteles,
oficinas, comercios y propiedades industriales.
Los
FIBRAS son un híbrido que
permite obtener ganancias de capital, como las acciones, y una distribución (pagos en efectivo trimestrales a
cuenta del resultado fiscal del año),
elementos que constituyen un atractivo adicional para los inversionistas.
El 70 por
ciento de los activos de los FIBRAS tienen que destinarse al arrendamiento, los
cuales no podrán ser
vendidos en los 4 años
posteriores a su adquisición.
Por otra parte, los FIBRAS deberán
distribuir al menos 95 por ciento del resultado fiscal anual en efectivo.
Cuentan
con una estructura fiscal eficiente, ya que los fondos de pensiones mexicanas y
fondos extranjeros registrados ante las autoridades fiscales mexicanas no serán sujetos a la retención del impuesto a las distribuciones.
Los
rendimientos que han dado los FIBRAS en lo que va del año (ver cuadro) superan por mucho al
rendimiento del principal indicador de la BMV (IPyC), el cual reporta una pérdida de 6.2 por ciento en los
primeros cinco meses del año.
En la actualidad cotizan cinco FIBRAS en la BMV.
La
primera en colocarse, en marzo de 2011, fue FUNO y de entonces a la fecha ha
realizado dos ofertas subsecuentes (follow-on), una en marzo de 2012 y otra en
marzo de 2013. A esta FIBRA a la que le
siguieron Fibra Hoteles (FIHO) y Fibra McQuire (FIBRAMQ), mismas que se
colocaron en noviembre y diciembre de 2012 respectivamente, en marzo de este año, iniciaron su regirsto en bolsa
Fibra Inn (FINN) y Terrafina (TERRA).
Ante la
buena aceptación en
interés por
parte de los inversionistas, FIHO realizó la semana pasada una nueva oferta
subsecuente (segundo Follow-on) por 170 millones de Certificados Bursátiles Fiduciarios (CBFI's) con lo que
estima captar alrededor de cuatro mil 400 millones de pesos.
El
apetito por este tipo de instrumentos ha dado lugar a nuevas y constantes
colocaciones.
En los próximos meses se esperan alrededor de
diez fibras más, en
tres ellas, Grupo Hoteles Santa Fe. Asimismo, parece haber interés por parte de Comercial Mexicana y
Liverpool por colocar sus propias FIBRAS.
Algunos
analistas señalan que
la rápida
expansión del
mercado de instrumentos de inversión
en bienes raìces puede
ser motivo de preocupación,
en la medida en que disminuyen los activos disponibles, situación que podrìa encarecer el mercado de bienes raíces.
No
obstante, otros señalan que
no hay riesgo de un exceso de fibras en el mercado mexicano a corto y mediano
plazo, ya que representan tan sólo
1.7 por ciento del valor de capitalización del mercado de accionario mexicano,
mientras que en Estados Unidos superan ocho por ciento. Por consiguiente, se
estima que podrìan crecer
mucho más en los
siguientes años.
Por otra
parte, no se descarta la posibilidad de construir nuevos desarrollos de menor
tamaño
susceptibles de ofrecerse como FIBRAS. No obstante posibles tomas de utilidad
por los altos rendimientos de sus precios y el encarecimiento de sus múltiplos, se mantienen como una buena
alternativa de inversión
de largo plazo.
En contra
partida con el despegue real de los FIBRAS, que tardó mucho en suceder, es claro que las
autoridades hacendarias, sobre todo las fiscales, apuestan ya por la desaparición del régimen diseñado en forma de soporte intermedio para la
creación de
estos fideicomisos y que ha estado en vigor desde 2005 con algunos usos
incidentales algo distorsionados: las SIBRAS (sociedades de inversión en bienes raíces).
Este
esquema de creación fiscal
de sociedades anónimas por
tanto, tiende a ser eliminado de la legislación fiscal en muy corto plazo no obstante que
es una medida eficaz para que los mercados menores puedan acceder al beneficio
de inversión en
inmuebles aún cuando
no alcancen los montos que justifican la viabilidad de un FIBRA.
El síntoma inicial de tal desaparición se encuentra en el Decreto resumen
de beneficios fiscales de marzo de 2012, el cual limita seriamente los
beneficios en IETU el tratamiento del traspaso de inmuebles a las SIBRAS en
comparación con los
beneficios que tendrán los
FIBRAS bursátiles.
Considerar
estas condiciones fiscales y de curso en los acontecimientos de diversificación en inversiones creo que puede
llegar a ser útil.
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